viernes, 1 de mayo de 2015

Crónicas de un viaje #1: Lisboa

No sé si debería disculparme por estar tanto tiempo sin publicar, y más cuando quiero tomarme este blog en serio, pero como ya es costumbre la tardanza...
Bueno, no quiero enrollarme mucho en la introducción porque esta va a ser una entrada larga, así que allá vamos.


Hace unas semanas me fui de viaje de fin de curso, aunque en un principio no tenía planes de hacerlo(yo quería ir a las Azores, como algunos habréis leído), pero como se iba a Lisboa y no a Gandía o Benidorm(o sitios parecidos), fui. A continuación os cuento mis vivencias por tierras portuguesas:

Lunes
Salimos hacia la aventura a eso de las 7:30 y el camino en autobús no tuvo nada remarcable. Nos pusieron una película y mi estómago hizo de las suyas. Llegamos a Évora alrededor de la una, hora portuguesa para comer y visitar la cuidad. Me encanto, muy tranquila y con un encanto que enamora. La mayoría de los edificios eran blancos y estaba perfectamente encuadrada la parte moderna de la ciudad con la antigua. ¡Y había silencio!
Además, mi obsesión por los libros quedo remarcada al entrar en una librería y comprarme "Cuatro" de Veronica Roth. Ya, ya lo sé, está en portugués. Por eso mismo lo hice, mi madre es brasileña y tengo que mejorar mi portugués y no hay nada mejor que un buen libro para mejorarlo.
El viaje hasta Lisboa estuvo bien, transcurrió entre música de Melendi, Fondo Flamenco y El Canto del Loco, entre otros, a todo volumen.
El hotel(en una ciudad cercana a Lisboa) fue una maravilla y mi habitación aún más. Podría describirla perfectamente, tanto su localización, vistas y cada detalle de su interior, pero no quiero aburriros con banalidades. Solo decir, que fue de las mejores que ocupo el grupo en el hotel. Por la noche fuimos a la playa, algo que me encantó.


Martes
Por la mañana visitamos Sintra y creo que fue amor a primera vista. Me recordó a los pueblos italianos llenos de cuestas y escaleras. Además, cuando veo un puesto hippie con cosas hechas a mano, pierdo el ser.
La tarde puede dividirse en dos partes: la de enfado y decepción, y la buena y divertida. Comencemos por la primera:
¿Cual fue mi sorpresa al terminar de comer? Veo que una de las chicas a la que considero mi amiga sube una foto a Instagram y me recorta. Así escrito parece un tontería de enfado, digno de niña pija de una película americana. Pero lo que me molesta no es el gesto es el sentimiento que hay detrás de esto. Que si saliese mal, no me importaría, sería yo la primera en decir que lo hiciese. Pero no era el caso. ¿Tanto la molestaba? El caso es que no es la primera vez que me hace un gesto como ese, pero luego bien que cuando hay que hacer algo en clase viene a mí y me pide las cosas. También, hicieron un grupo de whatsapp y como no, yo no estaba. A algunas personas eso no las afectaría, pero a mí me duele. Me duele ver como pasan de mí, como para ellos soy una molestia, una carga a quitarse de encima. El caso, es que durante el viaje, poco me junté con ellos, no veía necesario pasar por esos desprecios y me fui con las que yo si considero mis verdaderas amigas.
Pero tras la tormenta viene la calme y por la tarde fuimos a Lisboa y me lo pasé en grande. Hablamos con los portugueses, nos reímos con ellos, volvimos a la playa y nos hicimos fotos. Sonreí y disfrute de ser una turista. No creo que olvide ese día.

Miércoles
Por la mañana visitamos Cascáis y Estoril(donde tienen casas los ricos de Portugal y de Europa) y vimos la Boca Do Inferno.
Por la tarde estuvimos en la piscina del hotel, tanto interior como exterior.

Jueves
Este día lo dedicamos íntegramente a la visita de Lisboa. Por la mañana visitamos Los Jerónimos, la Torre de Belén y el Monumento a los descubridores. La arquitectura del primero me pareció impresionante.
Por la tarde hicimos una ruta por La Nueva Lisboa en autobús y nos volvieron a dejar tiempo libre por el centro, aunque este día no lo disfruté tanto como el martes ya que mis amigas estuvieron comprando recuerdos y yo ya los había comprado. Aún así, fue un gran día.
Por la noche los del hotel nos dejaron una sala para hacer una fiesta(aunque eso no tuvo mucho de fiesta). A las 3:30 de la madrugada entró un chico por la ventana a ponernos champú en la cara y a las 4:30, todo un grupo de personas. Dicen que mi cara de susto era para haber fotografiado, la verdad, no me acuerdo de que entrasen con sabanas, haciendo ruidos fantasmales y que me asustase.


Viernes
Aquí no hay mucho que contar, autobús y más autobús de vuelta a casa.

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En resumen, un gran viaje, pero tampoco como lo describen algunos de mi clase. Supongo que si hubiese dormido menos, salir más de mi habitación(con esto no quiero decir que estuve cerrada todo el tiempo, simplemente al toque de queda me iba a dormir), saltar por los balcones y todo eso, tendría recuerdos más memorables. En ocasiones, solo en ocasiones, me arrepiento de ser tan buena.

Con amor y esperando volver a escribir pronto, Mangie ♡

2 comentarios:

  1. Que bonita experiencia, pero me ha pasado lo mismo que a ti cuando fui a Italia, supongo que esperaba cosas más memorables. Saludos!

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    1. Muchas gracias por comentar!
      Tengo muchas ganas de ir a Italia, debe ser preciosa

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