domingo, 15 de septiembre de 2013

Huir


<<¡Corre, corre más rápido, corre!  Mi mente no podía pensar en nada más. La adrenalina se había apoderado de mi cuerpo y no tenía intenciones de abandonarme. Solo quería irme lejos, demasiado lejos; a un lugar dónde no pudieran encontrarme nunca. Huir. De eso trataba todo, de desaparecer para siempre y dejarlo todo atrás, sin importar el rumbo.
El aire frío de invierno azotaba mis mejillas y cada vez me costaba más respirar, pero no importaba, mis pies cada vez eran más rápidos. El cansancio no parecía hacer efecto, sino al contrario, fortalecía, me hacía sentir viva, con ilusiones.
De repente todas las esperanzas se desvanecieron ante mis ojos, otra vez no, no podía ser, me negaba a aceptarlo ¡No! Yo también tenía derecho a ser feliz. Empecé a luchar con todas mis fuerzas, pero parecía inútil, todo mi esfuerzo era en vano.
Y desaparecí.>>



No hay comentarios:

Publicar un comentario